Lima bajo ataque nuclear

¡Aaah! Imaginarse a la ciudad de Lima bajo un ataque nuclear parece sci-fi puro. ¿Qué potencia osaría lanzar una bomba atómica a la Ciudad de los Reyes? ¿Quién atacaría a la tres veces coronada ciudad de Lima?

Panorámica de Lima

Los países vecinos no tienen armas nucleares. La guerra fría ya terminó, y si bien hay muchas armas nucleares dispersadas en el mundo, y muchos locos sueltos por ahí, carece de lógica pensar en un ataque de tal magnitud, que convertitía los atentados de Tarata, Canal 2, entre otros, ¡como una zapatilla de chino!

Imaginarse puntualmente cada distrito, con sus cosas buenas y malas, sus parques, sitios malandros, boulevards, calles, avenidas, vías expresas, sus atractivos turísticos, sus zonas rosas… todo ello en ruinas, bajo el alcance radioactivo, es algo difícil.

Imaginemos Lima sin su Palacio de Gobierno… sin su Congreso… sin su Palacio de Justicia… ¡NOOOOOOO! XD

Pero como nunca se sabe que pueda pasar, he aquí un lindo manual que encontré para saber qué hacer en caso seamos atacados.

Wikipedia, La enciclopedia libre, tiene un artículo bastante interesante: Protección civil frente a un ataque nuclear.

En este artículo, resume, con algunas alucinadas, qué medidas tomar antes de un ataque, reconocer los indicadores del inicio del ataque, la protección frente a los efectos mecánicos, térmicos, y radioactivos, además de qué cosas hacer, y no hacer, luego de producirse la explosión

Panorámica nocturna

Claro está que lo último lo puedes hacer solamente si sobrevives.

Algunos consejos para después del ataque:

  • Muévase con cuidado. Puede que piense que no ha ocurrido nada, pero puede estar aturdido…
  • Compruebe lo que todavía funciona, en particular el teléfono, el agua potable y la red eléctrica…
  • Si su área ha sido atacada, no espere que los servicios de ambulancias y policía acudan con normalidad. Los servicios del estado y privados estarán colapsados, si es que todavía existen.
  • No acuda a los hospitales por lesiones menores; estarán saturados y no le harán ni caso…
  • Si su radio aún funciona, escuche atentamente los partes de guerra y meteorológicos…
  • Si su vehículo funciona, ahorre la gasolina y no recoja a nadie.
  • Evite las algaradas y, por supuesto, el saqueo. La gente no se va a pensar mucho de apretar el gatillo en semejantes circunstancias. No haga pues exhibición del material de supervivencia de que dispone…
  • Si dispone de terreno, cultívelo. Es preferible comer comida contaminada a no comer. Hágalo con discreción; no se exhiba ante la necesidad de otras personas. Puede que no se conformen con admirar su suerte. Ellos también luchan por su vida y la de los suyos…
  • Váyase a vivir mejor a una zona rural…

Loco, ¿no? Pero en realidad útil…

Es increíble lo cerca que estuvo el mundo a la desgracia generalizada. Situaciones terribles e infrahumanas pudieron ser consecuencia de una crisis de gran envergadura: Ciudades destruidas, personas sobrevivientes en estado crítico, sin servicios básicos, sin auxilio, sin alimentos, en una caos total donde reina la anarquía, los saqueos, los asesinatos con el fin de subsistir.

Leía un poco de Mafalda, y me puse a pensar en ello. Varias secuencias de la historieta trata con alguna ironía la situación de las armas nucleares

Para el caso de Lima, o cualquier ciudad del Perú o Latinoamérica, parece una situación tan lejana… El inicio del post simplemente es para alucinar un poco.

Una guerra nuclear dejaría al mundo en estado primitivo… como en la Edad de Piedra.

Decía Einstein:

«No se´cómo será la Tercera Guerra Mundial. Sólo se que la Cuarta será con palos y piedras.«

Sabio el pata.

3 respuestas to “Lima bajo ataque nuclear”

  1. tau Says:

    hablkan uadas a lima un bom atmic no tine nada de peligroso ai pa los del apises del primer mun..
    hacen perder tiempo XD

  2. fernando Says:

    «Me parece algo loco e inimaginario, pero es alertante, este ensayo es bueno, lo suficiente para que los peruanos podamos estar listos para una cosa de esa magnitud´´

    fernando

  3. Megan Says:

    Uau, no sabía en qué situación estábamos los limeños.


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